Mientras las negociaciones en Viena sobre la reactivación del estancado acuerdo nuclear iraní de 2015 se encuentran en su fase final, el ministro de Exteriores del país persa, Hossein Amir-Abdollahian, ha exigido este sábado «garantías necesarias de las partes» involucradas, sobre todo de Occidente, respecto a sus propios compromisos en el ámbito político, económico y comercial.

«El levantamiento de algunas de las sanciones impuestas contra Irán podría considerarse como la buena voluntad de la que hablan los estadounidenses, pero deben saber que lo que ocurre sobre el papel es bueno, pero no suficiente«, declaró Amir-Abdollahian, citado por la agencia local ISNA.

El ministro recalcó que obtener las garantías «es una de las cuestiones clave y básicas en las negociaciones en Viena», al tiempo que señaló que Teherán espera en la práctica «algo tangible» de parte de Washington como muestra de su buena voluntad.

«Desde la última ronda de negociaciones, se han producido avances positivos en las conversaciones de Viena, pero siguen sin cumplir con nuestras expectativas«, resumió Amir-Abdollahian, citado por Press TV.

El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Shamkhani, también considera «limitados» los avances logrados en Viena y destaca que «la condición necesaria» para llegar a un acuerdo es «el beneficio económico real, efectivo y verificable para Irán».

«El derecho legal de Irán de continuar con la investigación y el desarrollo y de mantener sus capacidades y logros nucleares pacíficos, junto con su seguridad contra los males apoyados, no puede ser restringido por ningún acuerdo», enfatizó Shamkhani el sábado en su cuenta de Twitter.

• Este viernes EE.UU. levantó parte de las sanciones contra Irán, permitiendo a otros países y empresas extranjeras participar en las actividades relacionadas con el sector nuclear civil iraní y trabajar en los respectivos proyectos en la central nuclear de Bushehr, la planta de agua pesada de Arak y el reactor de investigación de Teherán, reportó AP, que obtuvo una copia de los correspondientes documentos, firmados por el secretario de Estado, Antony Blinken, y de la notificación del Departamento de Estado de EE.UU.

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