El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, anunció este sábado el cierre total de la restauración, el deporte y la cultura en las principales ciudades del país, Atenas y Salónica, así como en otras zonas que se encuentran en alerta naranja y roja.

En un discurso televisado Mitsotakis anunció que las medidas, con las que se pretende afrontar el repunte de casos de COVID-19, entrarán en vigor a partir del martes y tienen como objetivo evitar la parálisis total de la vida económica.

Por ese motivo, se mantiene abierto todo el comercio, los hoteles, la industria, las peluquerías y los colegios, dijo Mitsotakis.

Al mismo, se amplía a todo el país el toque de queda -desde la medianoche hasta las cinco de la mañana- que hasta ahora regía solo en las zonas de alerta naranja y roja, la obligación de usar mascarilla en todas partes, la prohibición de las reuniones públicas y privadas, la enseñanza a distancia en las universidades, y la aplicación del teletrabajo en el 50 % del sector público y privado.

“No estamos hablando de congelar toda la vida cotidiana…un cierre general sería el último paso, dañaría a la economía y la sociedad”, recalcó el líder conservador, quien explicó que a partir de ahora no se hablará de zonas por colores sino que el país estará dividido en dos zonas, las de vigilancia (hasta ahora verde y amarillo) y las de mayor riesgo (naranja y rojo).

Con estas medidas, el Gobierno de la conservadora Nueva Democracia ofrece una reacción previa al confinamiento total ante el alarmante aumento de casos de coronavirus en el país, concentrados especialmente en el norte de Grecia y en la región capitalina de Atica.