Según la lente de aquellos vivillos que ven con el signo de pesos al alcalde capitalino Xavier Nava Palacios, ahora resulta que el chamaco maravilla que ha regenteado la UAM por espacio de dos años, dejó de ser de los menos peorcitos en la medición última hecha por la empresa Consulta Mitofsky.
De tener solamente un porcentaje de aprobación del 29.1 % en el mes de mayo, el presidente municipal paso al 38.9 % en junio, – es decir, el muchacho mejoró su párvulo y, en medio de sus expectativas políticas le quedan escasos 6 meses para incursionar en todo ese 71.1 % que abiertamente lo rechaza, lo reprueba y lo coloca entre los presidentes municipales más mediocres del país.
¿Que pudo haber medido Roy Campos, como para que, en solo 30 días, Xavier Nava subiera unos cuantos puntos en los niveles de aceptación? Sería cuestión de espulgar los reactivos y su análisis como para determinar semejante hazaña, pues por lo que respecta a los potosinos el alcalde de la capital va de mal en peor.
Si solamente revisamos algunos aspectos públicos, los cuales se han convertido no únicamente en un abierto desencanto, sino en una verdadera pesadilla para los potosinos, la encuesta de Mitofsky podría estar en el siempre terreno peligroso de la complacencia y la incredulidad.
La inseguridad en la capital del estado, derivada esta de los homicidios violentos imparables, el robo a viviendas, los hurtos a comercios, la desaparición de autos y los atracos a ciudadanos que se registran todos los días; no solamente preocupan a los habitantes de la ciudad, sino que además los mantiene aterrorizados por la incapacidad, la indolencia y la simulación con la que se actúa para prevenir los delitos.
Si revisamos un poco la falta y pésima calidad de los servicios públicos municipales, cualquiera puede observar que la capital potosina luce sucia, maloliente y descuidada. Nadie duda que la “Salvador Nava” luzca atractiva con su alumbrado leed, sobre todo para quienes circulan en automóvil, – sin embargo, hay que introducirse en sus calles transversales para darse cuenta de la maldita oscuridad en la que viven decenas de miles de potosinos.
Hablar del suministro del agua potable, que es responsabilidad del gobierno municipal con el INTERAPAS, es hablar de ciegos, sordos y burros. El servicio es pésimo, es escaso e insuficiente y, – su cobro, es un atraco en despoblado para aquellas colonias que no les llega el agua, pero si puntualmente el recibo bimestral.
Ante la crisis de salud propiciada por el virus mortal del Coronavirus, el alcalde Xavier Nava, miente, se adorna y simula. Nadie más que el municipio es la autoridad facultada para que las medidas de restricción impuestas en actividades no esenciales por el gobierno federal y del estado se cumplan, pero no, le hace al buey.
Solo hay que transitar por el centro histórico, por avenidas principales, como Himalaya y algunas plazas del poniente de la ciudad para observar la cantidad de antros o tugurios abarrotados de esa gente que decidió por sus tanates romper con las medidas de aislamiento y restricción de la movilidad.
¿Qué otra cosa pudo haber medido Consulta Mitofsky como para que el alcalde bajara una madre en su nivel de aprobación y rechazo ciudadano en tan solo un mes? Solo Roy Campos lo sabe. Nosotros solo intuimos que un puntito a su favor tiene un precio y que el alcalde no batalla ni escatima en gastarse el dinero del pueblo.
Hasta pronto
