La lucha político-electoral por alcanzar un espació en San Lázaro, presagia agarrones bien perrones. Definidas ya las candidaturas de la coalición “Sí por San Luis Potosí,” conformada esta por el PAN-PRI-PRD; y la otra, representada por MORENA-PVEM-PT, comienza a develarse el misterio de los verdaderos intereses que están en juego a nivel nacional. Al final del día, la elección federal es lo que más agobia e interesa al presidente Andrés Manuel López Obrador, y a sus detractores que buscarán impedirle conservar la mayoría en la Cámara.
A la postulación de candidatos a diputados federales por las dos principales Coaliciones partidistas, creo que habría que darle una lectura apropiada, estrictamente razonable y cuidadosa. El hecho de que MORENA le haya cedido al PVEM designar candidatos propios, pero en alianza con ellos en 5 de los 7 Distritos Electorales Federales, habla de que de los acuerdos a nivel nacional siguen firmes, inalterables e inamovibles.
Habla de la confianza que el partido del presidente de la República tiene en el candidato del Partido Verde a la gubernatura del estado, Ricardo “El Pollo Gallardo; aunque también habla de que la candidata al gobierno estatal, Mónica Liliana Rangel Martínez, tendrá que caminar sola en el contexto de la elección federal. Si acaso, y si la invitan, podría acompañarse al o la candidata por el IV Distrito y muy remotamente por el o la postulante del Distrito II.
“Nadie se imagina a la doctora Rangel, recorriendo las 7 cabeceras distritales; municipios y comunidades que conforman su geografía electoral, rogando para su causa el voto de los militantes y seguidores de MORENA, y al mismo tiempo ande pidiendo o convocando a los electores a no votar por los candidatos a diputados federales de su partido o de la alianza (PVEM-MORENA-PT). Que incongruencia y que contradicción sería, ¿no? A lo mejor el mortal elector potosino no entiende de maquinaciones, enjuagues y otros menesteres, pero júrelo que de esto sí, ni modo que no, tonto no es.
De que el agarrón entre los aspirantes a San Lázaro será de antología, ni que dudarlo. En el Distrito I de Matehuala, – por ejemplo, Sara Rocha, tendrá el reto de convencer y hacerse acompañar de ese panismo duro y peleonero del Altiplano que hace algunos años le impidieron asumir el cargo de presidenta municipal en Real de Catorce. Vencer al bien posicionado presidente municipal con licencia de Matehuala, Alejandro Jano Segovia, que va por la coalición PVEM-MORENA-PT, sí, el mismísimo que dijo que al gobernador le faltaban huevos, no será nada sencillo; Sarita no tiene fácil la reelección.
En el Distrito II con cabecera en Soledad, y en el que cada partido postulará, es muy probable que Juan Manuel Navarro Muñoz, identificado plenamente con el PVEM, pero también con MORENA y el PRD, logre infligirle una segunda derrota a la priista postulada por el partido del sol azteca. Marianela Villanueva carga sin deberla ni temerla ese costal pesado tras el desfalco o robo millonario que se dio en el Colegio de Bachilleres cuando lo administro Amado Vega Robledo, – hecho que, por cierto, – ya nunca dio seña y razón de lo que realmente sucedió o a donde fue a parar ese dinero extrañamente desaparecido.
En cuanto al Distrito III de Rioverde, la coalición PAN-PRI-PRD envió a la reelección a Oscar Bautista Villegas, un auténtico chivo en cristalería, y quizá el priista que carga en su lomo el costal más pesado de trucos y artimañas. Ahí no la tiene fácil Kevin Aguilar de la coalición PVEM-MORENA-PT. Sin embargo, este muchacho que parece entrón y bien preparado puede lograrlo. Si a ello se suma el respaldo de la estructura de los programas de bienestar de la Cuarta Transformación, es probable que termine con el mito de la Zona Media.
En el Distrito IV de Ciudad Valles, la super aficionada al futbol americano, la panista Citlalic Sánchez Servín, enredada hace poco más de un par de años, por sabrá Dios quien, en todo tipo de denuncias cuando fue diputada local, será la que enfrente al o la postulante de MORENA que va solo en este distrito. En Ciudad Valles, el panismo y el priismo “tienen con queso las tortillas,” sin embargo, la salida de los Medina del PAN y el PRI, así como de otros cuadros importantes el resultado final es de pronóstico es reservado.
El V Distrito de la capital potosina, parece que está definido para el panista José Antonio Zapata, de la coalición PAN-PRI-PRD-PCP. Este Distrito, considerado como bastión de los curros potosinos, será difícil que penetre MORENA-PT, no así el PVEM que igual tiene sus seguidores riquillos. Pepe Toño, como suelen decirle a quienes reparte cariño y demás, enfrentará a una aguerrida ex priista Marcela González Herrera que juega por la coalición PVEM-MORENA-PT.
En el VI Distrito donde la presencia del PVEM es indiscutible por su influencia política en el segundo municipio más importante de la entidad, Soledad de Graciano Sánchez; el candidato de la coalición MORENA-PVEM-PT; el dos veces alcalde, Gilberto “Gil” Hernández Villafuerte no debería tener problema alguno en vencer a la panista que fue postulada por el PRD, Karina Benavides, que va por esa alianza a la que la doctora Mónica Rangel, no se cansa de señalar en sus promocionales como perversa.
El Distrito VII de Tamazunchale, abre un campo de oportunidad para el ex priista Cristian Sánchez, luego del trasvase de Adelaido Cabañas, candidato a la presidencia municipal, y de otros grupos importantes de panistas y priistas que se fueron al PVEM. Cristian, al igual que Oscar Bautista, es un chivo en cristalería, sin embargo, proviene de una familia que ha gobernado varios municipios en aquella jurisdicción.
Por lo pronto, la ex senadora y diputada local Sonia Mendoza Díaz y el ex diputado José Guadalupe Torres Sánchez, van mano en la lista de candidatos a diputados de representación proporcional o “plurinominales”. Se las debían; experiencia política la tienen. Su aporte a la causa de AMLO-PVEM para garantizar la mayoría en San Lázaro, seguramente tendrá sus frutos.
Hasta pronto