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Todo puede suceder

DE FONDO

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viernes, julio 11, 2025

DE FONDO

Fernando Díaz de León Cardona

Si por avatares del destino o por circunstancia y condiciones políticas convenientes y necesarias; la reforma sobre la Ley contra el Nepotismo y la No Reelección, que hoy se discute el Senado de la República entra en vigor hasta el 2030, la determinación del Congreso de la Unión es explicable.

De entrada, no su puede interpretar como un acto de debilidad de la presidenta Claudia Sheinbaum el que su iniciativa no surta efectos a partir del 2027, simplemente porque predomina la presencia y un poder real que existe entre los integrantes de la coalición MORENA-PT-PVEM; tres fuerzas políticas que se necesitan entre sí.

De darse esta circunstancia, estados como Zacatecas, Guerrero, San Luis Potosí y otros, no tendrán problema para que los relevos en 2027 se conserven como estaban. En el particular caso de San Luis Potosí “El Proyecto G” y en Zacatecas, el “Proyecto “M” se encumbrarán y podrían ser invencibles. Bien dicen que en política el último aliento cuenta.

A la presidenta de la República, le queda lo suficientemente claro que necesita de la mayoría calificada en el Congreso de la Unión para continuar sacando adelante sus Reformas. Si alguno le soplo al oído diciéndole que presentara con dedicatoria una Ley Anti-Nepotismo, es probable que no midió el impacto y afectación a la propia 4T.

Si este día, el Senado de la República, determina que la No Reelección y la Ley contra el Nepotismo deberá entrar vigor a partir del 2030, es evidente que tanto el diputado federal Ricardo Gallardo Juárez, como la senadora Ruth González Silva, se colocan en automático en la antesala de una nominación, sea esta en coalición con MORENA y el PT o solamente por el PVEM.

Lo mismo sucede en Zacatecas, donde el Senador Saul Monreal Ávila está más que puesto para suceder a su hermano David en la gubernatura del estado. Bueno o malo el hecho, probablemente para el centro la única garantía de tener cercano a un nutrido grupo de legisladores a favor de la presidenta es el mejor camino. Ya el 2030 será otra cuestión, por lo pronto, en chilangolandia le miden el caldo e los camotes.

Si este día, el Senado de la República, decide que la Ley Anti-Nepotismo deberá cobrar vigencia hasta el 2030, las implicaciones serán varias. En primer lugar, el propio Ricardo Gallardo Juárez y Ruth González Silva saben que podrán jugar sin contratiempo alguno. La reserva está presentada

Por supuesto que tendría un sentido profundo la postura del secretario de Gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez que con prudencia y suficiente anticipación se auto descartó. El resto de los mencionados, saben que tendrían que disciplinarse para que el “Proyecto G” trascienda más allá del 2027, eso es entendible.

En la esquina contraria, si los Senadores deciden mandar hasta el 2030 la Reforma propuesta por la presidenta de la República, el escenario se volverá complicado. La crisis interna en el PAN y la indefinición en el PRI tendrá consecuencias en 2027. Otros partidos como el M.C. simplemente no pintan y su participación será meramente testimonial.

Hasta pronto

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