DE FONDO
Fernando Díaz de León Cardona
Está literalmente comprobado y confirmado que en política no te metes, te meten y, también está realmente comprobado que tampoco te sales, te sacan. Históricamente así ha sido en este país y San Luis Potosí no tiene por qué ser la excepción para el 2027.
El gobernador José Ricardo Gallardo Cardona ya dijo que en el PVEM hay por lo menos 10 candidatos, y que justamente la llamada “herencia maldita” no ha visto porque siempre solo observa a uno, “por eso pierden”, dijo el mandatario luego del anuncio hecho por la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la iniciativa en contra del Nepotismo.
Cuando el mandatario potosino dijo eso, los primeros nombres que se vinieron a la mente de muchos, fue el de José Guadalupe Torres Sánchez, actual secretario General de Gobierno; el de Juan Manuel Navarro, alcalde de Soledad; el del Senador, Gilberto Hernández Villafuerte y el del Diputado Federal Juan Carlos Valladares. De otros, ni en cuenta. O todavía están muy tiernos o de plano serían mero relleno.
Después de las declaraciones del gobernador, por supuesto que causó sorpresa la postura del secretario General de Gobierno, Lupe Torres Sánchez, quien se auto descartó, diciendo que él llegó con El Pollo y con él se va. Dijo además estar muy contento en su cargo y que “por el momento” está dedicado a sus responsabilidades.
Otra que igual dijo que no, y que está muy a gusto en sus responsabilidades al lado de la presidenta de la República, fue la potosina Rosa Isela Rodríguez, actual secretaria de Gobernación. Desde luego que ambos auto descartes pocos lo creyeron o por lo menos les concedieron el beneficio de la duda. ¿Quién que sea potosino no desearía gobernar su estado?
No conozco a alguno que siendo cura no sueñe o aspire con ser Obispo o que siendo Cardenal no quiera ser Papa. El 2027 pareciera estar muy lejano aún, sin embargo, las cosas se mueven. En política no es que quieras o no, te meten y no puedes decir que no.
De otra manera te sacan como castigo o por insubordinado. Lo que es evidente, es que a estas alturas nadie va a decir que quiere ser gobernador, simplemente porque hay tiempos y ritmos. Nadie se puede adelantar ni pretender desgastar al gobernante en turno, en otras palabras, deben conducirse mas prudentes que la prudencia misma.
Al fenómeno político que surgió en Soledad y que fue originalmente impulsado por Ricardo Gallardo Juárez y posteriormente consolidado por el actual gobernador, le llamaremos a partir de ahora “El Proyecto G”. En la expectativa de sustituir al actual mandatario, claro que existen buenos perfiles, es cuestión de cuajarlos un poco más, placearlos y presentarlos en sociedad; tiempo lo tienen.
Para la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, el estado potosino no tiene, electoralmente hablando mucha relevancia. En todo caso el centro se jugará el todo por el todo por Chihuahua, Querétaro y Nuevo León. Esto infiere que MORENA no alcanzará a consolidarse en la entidad y que podrían dejar en manos del gobernador la sucesión gubernamental, políticamente sería algo conveniente.
Si esto es así, lo primero que debe plantarse el propio gobernador Gallardo, es dar el manotazo y poner fin a la presunta pugna entre dos supuestas corrientes, es decir, – la que el propio mandatario encabeza y la que tradicionalmente se la ha jugado con su señor padre Ricardo Gallardo Juárez.
Si se inclina por la última, El Pollo tendrá virtualmente garantizada su tranquilidad, pero si se la juega por la otra, campea la duda de que correría el riesgo de que las cosas se le compliquen. La decisión que tome El Pollo no dejará de ser una actitud política trascendental que pudiera ser para bien o para mal, él tiene la palabra.
Hasta pronto