CAMINANTE

( A ver si no me acusa de plagio el Filósofo de Güemes)

Toño Martinez

Todos los días, menos febrero porque es más corto, resulta tedioso aburrido, ocioso y fastidioso escuchar ya sea en cafeterias, restaurantes, antrod, reuniones sindicales, sociales y no se diga en las redes sociales, la retahila de quejas, protestas y mentadas contra políticos, partidos, funcionarios, servidores públicos policías, los precios y los corruptos de ayer y ahora, pero desde una posición de desahogo más no de propuesta y acción para cambiar lo que no nos gusta.
Por si fuera poco observamos el surgimiento de un nuevo ente, una casta de ‘sabios » iluminados que creen tener soluciones para todo, que alzan la voz para que todos oigan sus babosadas ( que conste no es un término ofensivo de acuerdo con la (RAE), y salen con las clásicas balandronadas del «yo si soy capaz de decirle en su cara»…» A mí no me asusta por mas chingón ( tampoco es grosería) que se crea» y cosas de esas refiriéndose a algún personaje público, pero que cuando lo llegan a encontrar se esconden o lo abrazan y hasta le levantan la mano y lo cargan. Se les quita lo bravucon y lo macho.
Otra cosa es que cuando alguien se atreve a convocar para actuar, lo dejan solo
Cómo decía el Filósofo de Güemez » Estamos como estamos porque somos como somos» y a poco no es cierto.
Bocones si, entrones no; y no me refiero a organizar revueltas callejeras contra malos, abusivos y gobiernos bandidos, ni asonadas violentas o insurgencia, no; sino a hacer uso de nuestros sagrados derechos de protestar por vía del diálogo o del impedimento si es necesario que para eso vivimos en un pais extraordinario de libertades democráticas respaldadas en la Constitución de 1917.
El blanco principal de los gruñidos si los midiéramos estadísticamente, son el presidente Andrés Manuel López Obrador, los Diputados, Senadores, corporaciones de seguridad, partidos políticos, funcionarios federales, estatales y municipales, los alcaldes.
No todos ni todo lo que emprendan es negativo, pero tenemos la otra pésima costumbre de denostar y considerar perverso lo que alguien innove para mejorar y venga a romper nuestra
zona de confort; muy pocos tenemos la curiosidad de asomarnos al fondo de iniciativas del gobierno y como la manía es tirarle a lo que se mueva si no le entendemos o ignoramos pues contribuimos a mantener el ambiente de inestabilidad emocional diaria, y a segui con la quejumbre inútil.
Sacatones y lentos y entonces como también decía el filósofo..
«El que camina despacito, llegará tardecito » pero no chille.