Por Leónidas Fernández

Desde la llegada del nuevo gobierno, todos los días, puntualmente y a toda hora, la extinta Secretaría de Seguridad Pública, ahora Guardia Civil Estatal, ha informado sistemáticamente de las acciones y operativos en contra de la delincuencia común y organizada. Pareciera que se avanza viento en popa.

Cada día, desde temprana hora, la oficina de prensa de la corporación informa de los delincuentes detenidos, de la mercancia o dinero recuperado cuando de un robo o asalto se trata. De las armas decomisadas y de la droga incautada a malandros dedicados al narcomenudeo.

Se informa de la gente detenida que conducía algún vehículo robado. De las unidades recuperadas; de los deshuesaderos o desvalijadores; de golpeadores o abusadores de niños y mujeres y, de todas esas dulzuras que se dedican a joder a los potosinos día y noche.

Las detenciones que se han reportado de octubre de 2021 a la fecha son muchas. En promedio la cantidad de delincuentes atorados son al menos de 8 por día, -es decir, 240 detenidos al mes, arrojando un total aproximado de Mil 920 delincuentes apresados en 8 meses que lleva este gobierno.

Los habitantes de esta capital y los otros municipios, suponen que toda esa fauna de delincuencia se encuentra en la cárcel, purgando una condena, pagando por lo que hicieron, – y que, por lo tanto, no hay de que preocuparse. ¡Qué ilusos! Esto no es así; lamentamos decirlo, pero en su inmensa mayoría esos desgraciados andan sueltos delinquiendo otra vez.

El famoso Sistema Penal Acusatorio cojea de todas su patas y los jueces o agentes del ministerio público no se dan abasto en atender y resolver tanto caso. Este Sistema es, – aparte de bondadoso, un escenario de la real simulación que permite que los delincuentes entren en la puerta giratoria para volver a salir, es decir, ni siquiera son sujetos a proceso,  o a vinculación dicen ellos.

Si esta cantidad de malandros que lo asaltaron, que le robaron su vehículo, que sustrajeron algunos artículos o sus partes, que se metieron a su casa o su negocio a atracar, que le robaron su cartera o lo despojaron en la calle o en el cajero estuvieran cumpliendo una condena, se necesitaría ampliar el Penal de la Pila cuando menos tres veces cada año porque simplemente no caben.

Eso sí, la captura de delincuentes es espectacular, aunque el ciudadano común y corriente crea que su atacante, el que abuso o el que le vendió droga a su hijo o a su nieto está en la cárcel, pero no es así.

Ese angelito, mientras usted se dedica a trabajar, a levantarse temprano para ordenar sus actividades o para lograr el sustento de la familia, ese delincuente se acuesta y se incorpora para planear cómo se lo chingará otra vez.

Ante esta triste realidad, sería muy conveniente que la Guardia Civil estuviera atenta y diera seguimiento a cada caso, pues de nada sirve el esfuerzo y lucimiento de tantas detenciones que al final del día no pasan por la aduana de la Fiscalía o del Poder Judicial.

Creo que ya es tiempo de que se rinda un informe de cual ha sido el destino final de todas esas aprehensiones, que se ha hecho con toda la droga incautada que, sumando los decomisos diarios, seguramente ya acumulan kilos o costales, sobre todo para que nadie se ponga a especular, digo.

Hasta pronto