Cuando los integrantes de un nuevo gobierno tienen claro por donde habrán de transitar están del otro lado. La inmensa mayoría, generalmente llega en párvulos y el proceso de aprendizaje es lento y costoso. La sociedad, obviamente espera acciones inmediatas porque para ello emitió su voto.

Quien será el siguiente secretario general de Gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, describió con claridad meridiana como, por donde y con quienes, gobernará Ricardo Gallardo Cardona. En su exposición en medios, Lupe Torres fue, como dirían en mi barrio, fue claro, preciso, conciso y macizo.

A diferencia de Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras, que anduvieron causando lástimas y penas ajenas en el centro, el gobernador Gallardo tendrá el privilegio y la posibilidad del derecho de picaporte en el gobierno federal. El presidente Andrés Manuel López Obrador, necesita a los diputados federales y lo necesita a él, obviamente que también Ricardo al presidente.

La relación, a pesar y muy a pesar de algunos, fundamentalmente de los poderes fácticos que no quieren ni desean que le vaya bien a San Luis Potosí es buena entre el gobernador electo y el mandatario nacional. Lo veremos cuando empiece a jalar recursos y cuando se decida a cubrir para bien del estado lo que algunos llaman el gabinete ampliado.

En el momento en que Ricardo Gallardo nombre y consolide su gabinete, cuando inicie ese proceso de ajuste y gobierno en el interior del estado con los presidentes municipales, y cuando logre colocar a su gente a la cabeza en las dependencias federales, Gallardo será un mandatario al que cualquiera le alzará pelo y le pelarán los dientes, pero nada más, de ahí no pasará.

Cuando Lupe Torres, habla de que habrá una absoluta independencia entre los poderes del estado, refiriéndose al Poder Legislativo, estamos hablando de que se inaugurará una nueva etapa. El nuevo secretario de gobierno no habla de decisiones unilaterales ni de mayorías absolutas o calificadas, habla de negociaciones y acuerdos para caminar por la misma banqueta para bien del estado.

Desde luego que llama poderosamente la atención, el hecho de que Torres Sánchez, diga que Ricardo Gallardo no perderá el tiempo, de que no se distraerá, ni permitirá ser prisionero de intereses mezquinos, – es decir, de esos poderes fácticos que históricamente han hecho rehenes a los gobernadores y que han condicionado o neutralizado el ejercicio y la acción del gobierno.

Pocos, o mejor dicho nadie, se atreve a profundizar en lo expuesto por el nuevo secretario de gobierno cuando menciona que el gobernador Gallardo no estará dispuesto a supeditarse a los intereses de los medios de comunicación convencionales. Dice y sostiene que la tendencia serán las redes sociales para conservar su cercanía y comunicación con los potosinos.

En mi opinión, ese es el camino. Ricardo alcanzó el 6 de junio el respaldo de una amplia base social. No puede ni debe estar sujeto al capricho y al interés de grupos o corporativos que han hecho de sus medios un instrumento de presión y chantaje para condicionar decisiones o para obtener privilegios.

Todos esos convenios publicitarios insultantes, todos esos contratos de obra que pactan algunos medios por presión o influencia de sus dueños, y todas esas empresas informativas que trafican ventas, que prestan servicios y ofrecen arrendamientos de inmuebles deben desterrarse.

Nada extraordinario pasaría. Si Gallardo tiene el respaldo popular, como quedó reflejado el 6 de junio, y, si además sus acciones las refleja en las redes sociales, no habrá medio convencional o circunstancial que resista. Lo podrán seguir madreando, y, pagándoles aún, pocos tendrán éxito. Si Gallardo se muestra débil, o dubitativo en esto, pues allá él y en su salud lo hallará.

Del próximo gabinete, los nombres y los cargos salen sobrando. Gallardo Cardona ha dicho que será gente profesional y comprometida. El reto no es responder a las expectativas o a las ganas de unos cuantos. Su compromiso es mayor y ese lo adquirió cuando recorrió en diferentes ocasiones el estado. De que debe ser gente capaz, entregada y leal de eso no hay duda.

Hasta pronto