DE FONDO
Fernando Díaz de León Cardona
Los intelectuales orgánicos, los oficiosos que no son pocos, infinidad de medios de comunicación nacionales y locales, y los adversarios de una Cuarta Transformación que inició, defiende y promueve mañana tras mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador, insisten en que el país está polarizado, fracturado, dolido, desquebrajado y enfrentado.
El caso Ayotzinapa, el Tren Maya, el nuevo Aeropuerto, la incursión del Ejército en temas de seguridad, el escándalo de Lozoya, el tema Murillo Karam, los dimes y diretes entre Monreal y Layda Sansores, el papel del Congreso de la Unión, La Suprema Corte, los partidos y la Reforma Político Electoral propuesta por el presidente, pareciera que traen de cabeza a este país.
Este pasado fin de semana, los contrarios a la 4T mostraron su capacidad de movilización. Unos dicen que fueron 30 mil, otros que no, que fueron mas de 100 mil y, los hay, quienes aseguran que fueron más los que marcharon del Ángel del la Independencia a al centro de la Ciudad de México, millones, dicen algunos aventurados, “todo por la democracia de este país”.
En respuesta, ya el propio presidente de la República ha convocado a una marcha y concentración en el zócalo de la CDEMEX para el 27 de noviembre. Lo hará, como dice él, “tengan para que aprendan”; para darles a los conservadores, derechistas, clasistas, reaccionarios explotadores y antipatriotas, “una probadita de su propio chocolate”.
Él, AMLO, encabezará la manifestación y hará sentir su presencia y popularidad. Lo hace, para que el pueblo no se olvide de los beneficios que recibe de su gobierno. De chilangolandia la jefa de gobierno y otros, tienen ya la encomienda de movilizar a su gente, “ahí de aquel que se haga pendejo”.
Del interior del país, irán muchos, quizá decenas de miles, y de ello dependerá de los gobernadores comprometidos con la Cuarta Transformación. Ya el Pollo, Ricardo Gallardo, dijo que si lo invitan va. Ello no solamente significa que le corran la cortesía de invitarlo, sino que implícitamente esta entrado y de acuerdo en la iniciativa de reforma político-electoral que propone AMLO.
Obvio que Gallardo no irá, solo. Junto con el o por separado tendrá que preparar toda una logística de movilización, para que se sienta su presencia. Para el gobernador, es la gran oportunidad de invitar a todos y cada uno de los miembros del Consejo Consultivo Empresarial. Es decir, a todos los picudos de la lana que andan haciendo negocio con un gobierno que se identifica con la 4T.
Pueden transportarse en sus vehículos propios o en un autobús especial, “no en más porque sobraría espacio”. Lo cierto es que se vería de perlas que los empresarios, los comerciantes picudos, los constructores, los inversionistas de todo, acompañaran al presidente y a su gobernador en una lucha que no busca otra cosa que reducir costos, bajarle a los plurinominales en las Cámaras y ordenar a los organismos electorales.
Gentes como Teófilo Torres Corzo, el Chato López y líderes camarales podrían hacer una buena convocatoria y hasta aparecer en la foto junto a AMLO. A lo mejor es el momento que se definan y dejen la simulación de lado. Es más, si Ricardo Gallardo logra jalar a varios presidentes municipales, líderes sociales, intelectuales y académicos, estaría de lujo frente a AMLO, pero sobre todo ante la opinión pública.
Ricardo es arrojado y entrón…es cuestión de saber mover bien el abanico para que de veras parezca Marques, es decir, no solo parecer, sino ser.
Hasta pronto