Como se había anticipado, la denostación y campañas negras serán unas de las principales acciones que habrán de emprender aquellos partidos políticos, candidatos o funcionarios que buscan acabar con la imagen de quien consideren su rival más fuerte.

Tal es el caso de lo que ha sucedido en el gobierno de la capital liderado por Ricardo Gallardo Juárez quien desde que inició su administración ha tenido que hacer frente a campañas que acaban sin poder demostrar la verdad de sus dichos.

En esta ocasión vuelve a surgir lo que ya no es nuevo, pues lo dicho por Televisa hace unos meses vuelve a surgir en lo que parece una vil copia de un «trabajo periodístico» en la revista Proceso.

La información imprecisa ahí señalada deriva una vez más en una estrategia y golpeteo político a su máxima expresión para tratar de perjudicar en los próximos comicios electorales, lo que demuestra la preocupación de ciertos grupos sobre las decisiones futuras en la vida política de San Luis Potosí.

Culpar a “Los Gallardo”  de todo se ha vuelto una práctica muy común pero hasta ahora sólo se ha quedado en señalamientos mediáticos ya que la fecha no han generado una denuncia formal y con pruebas que sustenten las acusaciones.

El tema de la adquisición de bienes de los Gallardo se señala una y otra vez pero con una verdad a medias pues no se menciona que la familia no se dedica o vive sólo de la política como ha pasado con otros gobernantes o alcaldes de quienes sí hay denuncias y pruebas suficientes de desvíos de recursos y los cuales a la fecha siguen sin sanción alguna.

El alcalde ha sido y seguramente seguirá siendo atacado por unos cuantos del sector de la construcción, pues desde que asumió la alcaldía fue claro en señalar que no permitiría anomalías y que estaba dispuesto a erradicar viejos vicios en distintas áreas de la administración municipal pues y es que durante muchos años este sector se vio favorecido con todo tipo de permisos incumpliendo con la ley y sin importar el riesgo para la ciudadanía.

Los argumentos que aparecen en la revista son los mismos que se han venido usando contra la familia Gallardo desde que era candidato a la alcaldía, y desde entonces no se le ha comprobado nada lo que demuestra que este tipo de información no es más que una estrategia para desprestigiarlo por parte de grupos que, con la llegada del PRD a la capital y el fortalecimiento de su proyecto social han visto una imposibilidad por obtener el control político de la capital del estado que venían ejerciendo en los últimos lustros.