Tras la polémica generada en los últimos días luego de que un grupo de inspectores de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes agredieran a un conductor que viajaba con su esposa y su hijo enfermo, el titular de dicha dependencia, Ramiro Robledo López, reconoció que hubo diversas fallas en dicho operativo y que el personal en cuestión falló de manera tajante al no respetar los protocolos que se deben seguir ante este tipo de situaciones.

Aceptó que la reacción de los inspectores no fue la más apropiada y que al responder de forma violenta faltaron a todos los esquemas de trabajo que se deben seguir al momento de implementar estos operativos y supervisar los vehículos que consideren irregulares. Reiteró que, en principio, esta fue una de las razones por las cuales de decidió dar de baja al personal e iniciar con los procesos para aplicar las sanciones administrativas correspondientes.

Agregó que ya se está viendo qué opciones existen de forma legal para poder reponer al personal ya que siguen siendo pocos los elementos que se tienen disponibles para realizar este tipo de actividades y se debe mantener vigente el operativo para identificar y sancionar a los vehículos de transporte irregular.