• Sector Salud enfrenta su peor crisis
• Su inestabilidad pega en pacientes con enfermedades crónico-degenerativas
• La SSA se agotó y entró a un proceso de decadencia
• Los gobiernos federal y estatal subestimaron el impacto del proceso de envejecimiento

Lo que se ve y se siente no se discute, y es para la desgracia de miles de potosinos una realidad inocultable que el sector salud enfrenta una de sus peores crisis financieras, situación que le impide brindar respuesta a una creciente demanda de servicios médicos enfocados a la atención de enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, el cáncer y los problemas colaterales derivados de la hipertensión, entre otras, expresaron miembros del Consejo Estatal de Salud.

“No hay dinero para curar y el poco que hay, se utiliza para cubrir el gasto corriente, nóminas abultadas, salarios injustificados, los pasivos acumulados y para programas de prevención”, manifestaron, al tiempo de sostener que así como el cuerpo humano, padece y adolece, las instituciones de salud también se enferman e ingresan a inevitables procesos de agotamiento y decadencia. Eso la pasó al Sector Salud”

“No hay mucho fundamento en señalar que la insulina y otros medicamentos han escaseado porque los proveedores no han cumplido. La brutal verdad es que no hay recursos, no hay dinero en el sector público que alcance a satisfacer las necesidades de atención”. Este tema se ha colocado sobre la mesa de la discusión en el seno del Consejo Estatal de Salud y ha existido un implícito reconocimiento  de que para lo único que alcanza, y eso a medias, es para algunas tareas prevención, esa es la realidad y única apuesta.

Subrayaron que el problema no es de ahora, arrastra desde inicios de la década de los 90s. El gobierno de la República y los gobiernos de los estados desdeñaron el impacto negativo que tendría en el mediano plazo el proceso de envejecimiento de la población. “No formaba parte de su agenda y no dieron importancia al cambio o a la irreversible transformación de la pirámide poblacional.”

A poco más de 25 años de distancia que comenzó a generarse este proceso, apenas nos empezamos a preocupar, pues literalmente somos ya un país de viejos y este comportamiento demográfico se acentuará en los próximo años”, lamentablemente las instituciones no se prepararon para enfrentar el problema que se venía venir; sus prioridades fueron otras, el tiempo se dejó correr y el gobierno y sus instituciones no actuaron y si lo hicieron fue de manera irresponsable.

Agregaron que ante la situación económica difícil por la que atraviesa el país, así como las reducciones presupuestales a los gobiernos de los estados, tuvo un efecto negativo en materia de atención en y para la salud. No es casual que en las instituciones como la SSA, IMSS o ISSSTE  falte personal médico y de enfermería, o de que no existan las suficientes medicinas, la realidad es que no hay dinero que llene o les alcance para enfrentar problemas serios de salud pública que hoy por hoy impactan en la sociedad.