Este sábado, el presidente municipal Francisco Xavier Nava Palacios, de quien orgullosos presumieron seria el heredero natural del doctor Salvador Nava Martínez, rinde su primer informe de gobierno al frente del Ayuntamiento de la capital potosina. Sera una comparecencia aplaudida por quienes reciben algo a cambio, de tal suerte, que nada impedirá que acuda a su primera cita que sin duda alguna estará marcada por la frivolidad, la simulación y la mentira.

XNP, hablará, seguramente, de las herencias malditas del pasado y lucirá la tarascada para asegurar haber desterrado y confinado a la corrupción, aunque a la fecha no exista una sola vinculación a proceso legal de funcionario alguno. Y es que no es necesario, Xavier Nava y Sebastián Pérez, ya encontraron culpables, ya los procesaron, los enjuiciaron y los condenaron como buenos fiscales que resultaron para que junto con su equipo saciaran su sed de venganza y pretender ocultar su incompetencia de gobernar.

El Alcalde se adjudicara el mérito de haber reducido la deuda que se arrastra desde los gobiernos panistas y priistas, y dirá que ahora sí, las finanzas municipales están saneadas, de que existe un estricto control en el ingreso, orden en el gasto público y de que hay transparencia y rendición de cuentas. Obvio que no hablara del costo que significo la renegociación de la deuda, ni mucho menos de los negocios millonarios con los que ha favorecido a sus amigos.

Su discurso lucirá por el pago de saldos pendientes al SAT y al INFONAVIT; por los 15 mil pesos recuperados del FORTASEG y por los 55 millones de la obra proyectada en “Fray Diego de la Magdalena”. Desde luego que no hablara de los constructores a los que ha beneficiado con sus obritas chafas o de los más de 7 millones de pesos que ha pagado el municipio por laudos laborales, producto de sus atropellos cometidos en contra de empleados que no respondieron a sus intereses y caprichos.

Del caso de la ex Oficial del Registro Civil, Teresa Carrizales y de la violación sistemática a los derechos humanos de grupos indígenas, a usuarios del agua potable y de comerciantes informales del Centro Historico, el Alcalde Xavier Nava tratara de escurrirle al bulto y saldrá con justificaciones burdas y nada creíbles. Minimizara o desdeñara las recomendaciones que le ha hecho la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

“Mi no entendeerrr” dicen los potosinos a un año de gobierno. Xavier Nava critico los programas sociales del gobierno anterior y ahora los retoma como una estrategia política clientelar. Nava despidió a cientos de trabajadores productivos pero ha contratado a asesores, a edecanes, a modelos y a toda una fauna de fifís tóxicos, pedantes, soberbios e inútiles con sueldos y gratificaciones insultantes.

A los potosinos les ha quedado claro, que este muchacho busca incubarse en un proyecto político que solo es alentado y aplaudido por esa especie de focas bien alimentadas que lo quieren ver de gobernador, para seguirlo manipulando. Cuando arribo a la presidencia municipal prometió mucho y muy poco o nada cumplió.

No hay más seguridad, no arreglo las calles, no resolvió el problema de la falta de agua, la ciudad, sus plazas y camellones se mantienen en penumbras, la capital luce sucia, insegura, llena de basura y maloliente.

¿De qué podría presumir el Alcalde? ¿De haberse robado dos metros de la avenida Himno Nacional para improvisar una ciclovía insegura, chafa e disfuncional? ¿De haberse gastado con dinero del pueblo cerca de 200 millones de pesos para rentar vehículos para dárselos a sus funcionarios inútiles? ¿De haber puesto en operación un Rastro que no cumple con las necesidades de los introductores de ganado?, ¿De haber parchado o remendado tramos de calles, para luego presentarlas en sociedad como obra pública?

Xavier Nava se pasó el primer año esgrimiendo excusas y culpando de todo y por todo a la anterior administración. Sin duda un año perdido en el cual el Alcalde solamente mostro su ineptitud, su carácter testarudo, su soberbia, su afán persecutorio y de linchamiento, su ánimo de venganza, su ignorancia y su ambición política desmedida.

A un año de gobierno, -dicen los potosinos- Nava cayó como esa res que sacrificaron y azoto en las primeras de cambio en el rastro de Peñasco, y si, junto con su brillante párvulo.