Por: Rafael Aguilar Fuentes

En 1983, el Frente Cívico se encontraba en la Avenida Damián Carmona casi frente al jardín de Santiago, era Presidente Municipal el Doctor Salvador Nava.

Las movilizaciones, como la marcha de las participaciones estaban en su apogeo ,Carlos Jonguitud el cacique magisterial era el gobernador en turno.

El cacique reprimía a los Navistas que gobernaban el ayuntamiento y no les entregaba mas que migajas de las participaciones federales al grado que llegaron a cortar la luz al palacio municipal. Eran tiempos de un PRI absolutamente duro.

Por si fuera poco Hombres armados recorrían las afueras de las oficinas del PAN.

En aquel tiempo en manos de los Navistas ,también rondaban las oficinas del Frente Cívico militares vestidos de civil y agentes de la desaparecida dirección Federal de Seguridad.

Jonguitud odiaba a Nava como a nadie .El cacique huasteco, sobrino de los guardias militares de Gonzalo N Santos durante la Revolución , repetía la «invasión» huasteca en contra de la currada potosina como asi le llamaban.

En una ocasión Rodolfo Martínez Lavín sobrino de Salvador Nava y uno de los Navistas más valerosos auténticos y congruentes que se hubiesen podido conocer.

Salió presuroso rumbo a su casa de las oficinas de la sede Navista . Un automóvil Grand Marquis, se le bruscamente

Un sujeto se bajo con metralleta en mano y le pregunto a donde iba, Lavín se asunto mucho, salió disparado rumbo a su casa y le hablo al Doctor muy agitado.

Nava lo escucho tranquilo, casi riéndose le respondió ¿ y le viste la marca a la metralleta baboso ? Rodolfo Lavín se sintió burlado, pero todo se le perdonaba al líder cívico

Nava fue torturado en 1961 y 1963, dos veces ingreso al campo militar numero uno. Estuvo en el palacio negro de Lecumberri en esa época hubo muertos, nunca se supo cuantos. Don Filemón Silos ex trabajador del diario Tribuna,desde los años setenta relató que una camioneta grande de redilas del ejercito se llevo a mas de 40 personas para torturarlas y ahogarlas en la presa del peaje, el logró bajarse y correr en la obscuridad.

También ,según se lo relató el mismo Nava a Martínez Lavín ,en las celdas del campo militar, la tortura consistía, aparte de los golpes ,en simular que le mataban un hijo al detenido en una celda conjunta,

«Mira cabron curro ordena que se desmovilizen y se regresen a su casa a los potosinos o le disparamos a tu hijo» le gritaban al oído .

Nava se negaba a aceptar esa condición, luego se escuchaban gritos de un joven, después unos disparos, eso fue en varias ocasiones ,según se lo contó el mismo doctor a Martínez Lavin

Por eso Nava ya no se asustaba con nada, menos con que le enseñaran una metralleta a su sobrino y menos en los ochentas cuando Miguel De la Madrid no iba permitir un regreso al pasado matando lideres como a los Navistas, que le estaban sirviendo para acotar el enorme poder de Carlos Jongitud Barrios .

Es por eso que me repugna escuchar a su nieto Xaviercito Nada gritando como niña loca que lo ametrallan, que lo secuestran, que lo roban.

¡ Cuánta indignidad cuánta inmadurez !
No se vale escupir la memoria de valentina y dignidad de los Navistas.

Que la historia te condene Xaviercito ambicioso .

A la memoria y honra de Nava .