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Cruz Roja siempre ha valorado a las mujeres: Judith Cerda

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viernes, marzo 29, 2024

Muy emocionada me sentí cuando Cruz Roja reconoció mi trabajo

Muchas mujeres han contribuido para que San Luis Potosí sea una mejor ciudad, generaciones han puesto su corazón y tiempo por el bienestar de los demás, tal es el caso de la señora Judith Cerda Warburton, dama del voluntariado de Cruz Roja que realizó diversos eventos para recaudar fondos y así llevar un beneficio a quienes menos tenían.

Relata la señora Curiel para La Voz: “Mi Antonio Curiel Mora, mi esposo así como don Salvador Orozco y su esposa, don Enrique Hernández Pons y su esposa y yo fuímos a México en busca de un grupo y un espectáculo para el Baile anual de la Cruz Roja, me acuerdo que fue en Los Globos en 1971”.

Don Salvador consiguió un cantante que después cambiamos por León Segovia, ¡era un jovencito!; y la señora madre de Fausto Zapata, funcionario de la Presidencia, donó el espectáculo de Olga Breeski, fue un rotundo éxito, ¡el lugar se llenó!”.

Para ese baile, la empresa Brandy Viejo Vergel que estaba en Gómez Palacio, Dgo. nos regaló 50 cajas de vino y nos vendió 50 más, a mitad de precio, ¡eso fue increíble!, fue un logro importante que nos dio la oportunidad de juntar más dinero mismo que entregamos a los hombres de la Cruz Roja, ellos lo administraban.

Cuando llegaba la colecta el grupo de damas recorrían escuelas, Gobierno, Municipio, industrias, bancos y más lugares, “Para mi no había ningún problema porque ya me sabía la ciudad y además como muchos banqueros y políticos conocían a mi papá, no dudaban en apoyar con su donativo”.

Ah! pero cuando fui con el Gobernador Antonio Rocha Cordero le dije – “¿Oiga señor de cuánto va a hacer su mensualidad?” – y me contestó ahorita solo el voy a dar $500 pesos y en un año más si las cosas van bien, hablamos de la mensualidad”.

Había damas que por ser de familias muy acomodadas como Nena García, esposa de don Roberto García, solo iban con sus conocidos y tenían el poder

de decirles: -“Oye no, dame 10 mil pesos en lugar de cinco mil”-, ellas tenían la confianza de que les iban a decir que sí.

“Aprendí cosas muy interesantes porque estaba muy cerca de la gente que necesitaba, eso te hace ver la vida desde otro punto. Durante mi participación en la Cruz Roja conseguí varios logros como el que nos dieran 2 ambulancias, una vez más Fausto Zapata Loredo por medio de la Presidencia de la República nos en vió ¡dos!, no solo una. Una ya estaba tratada pero la otra él nos la consiguió.

“¿Sabes?, Yo soy una persona de mucho carácter, pero ese día, fue tanta la emoción de ver que llegaron ¡dos ambulancias! que las señoras se pusieron a llorar ¡y yo también!. Es bonito llorar de felicidad.”

Cuando yo entré a la Cruz Roja ya había una manera de trabajar, entonces yo hice cosas nuevas, por ejemplo conseguí una loza completa Termocrisa y cubiertos para 100 personas, porque cada año se hacía una cena baile de la Cruz Roja.

Esa mercancía nos los trajo el Jefe de la Federal de Caminos, había el modo que se hicieran las cosas porque mi papá era muy conocido y respetado. Gracias a ese logro, dejamos de rentar la loza y eso nos ayudó a ahorrar e invertir ese dinero en otras actividades.

Familia pilar importante de la sociedad

La señora Judith tiene nueve nietos y la herencia que les quiere dejar es educación, humildad, sencillez y bondad, “Yo veo que los jóvenes de ahora son muy, ¡pero muy inteligentes!, a mis nietos les quiero dar las herramientas para que sean personas preparadas. Algunos ya fueron a Europa a estudiar y me siento muy orgullosa de ellos, pero más de poderlos ayudar a que estudien”.

Recientemente la señora Judith recibió un homenaje de parte de la Cruz Roja, “Me sentí muy emocionada por ese gesto de agradecimiento y más porque estuvo mi familia, ellos sobre todo mis nietos, no sabían que yo trabajé a favor de los más necesitamos y yo quiero que ellos ayuden con gusto y no por obligación”.

Yo estudié en el Hispano Inglés, me acuerdo que las directoras del colegio y del Minerva e Hispano Inglés eran hermanas y las dos eran monjas, eran las dueñas del chocolate “La Frontera”; después estudié contabilidad y tuve la oportunidad de ayudarle a mi papá.

“En este momento viene a mi mente un grato recuerdo de mi niñez, mi papá tenía muchos libros y nos decía- “de aquí para acá estos libros son para niños y los demás son para adultos”- entonces yo leí de todo, eso me ayudó a comprender mucho mejor la vida, a las personas.

Leer siempre nos dará la oportunidad de ampliar nuestros conocimientos, no importa el tipo de lectura, sea cual sea, nos dejará un aprendizaje, algo en qué pensar y reflexionar.

Amigo lector lo invitamos a seguir disfrutando de la historia que nos comparte la señora Judith, época que sin duda al leer muchos de ustedes o sus papás y abuelos recordarán. ¡Hasta la próxima!.

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