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viernes, marzo 29, 2024

El tercero será el primero, el segundo pasara al tercero y el primero se colocará en el segundo

 

Los mortales habitantes de esta gran nación en edad de votar ya tenemos las tres principales opciones para que con nuestro voto definamos el rumbo de este país. El primer domingo de julio la invitación está hecha, la carta está en la mesa y el menú  de chile, manteca y frijol  puesto está, lo demás dependerá de nosotros.

 

Formalmente, las campañas todavía no inician, aunque así parece.

En los cuartos de guerra de los tres precandidatos mejor posicionados para la competencia se revisan y se analizan probabilidades, estrategias de avanzada y contención. La lucha en este momento es no bajar, mantenerse y remontar en las encuestas.

 

La ventaja porcentual que registra el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” encabezada por Andrés Manuel López Obrador no representa nada si se considera que lleva largos 12 años haciendo campaña. Lamentablemente para el tabasqueño, todas las virtudes que logró construir en más de una década, se le derrumban y “El Peje” parece no darse cuenta que “el pez por su boca muere”.

 

Evidentemente que dos errores graves que le quitará votos y simpatías a López Obrador son: Primero, el haber deslizado la idea de amnistiar o perdonar a los criminales que tienen de cabeza a este país y, segundo, enfocar sus baterías a quien supone va en tercer lugar, es decir, en contra de José Antonio Meade, cuando lo inteligente debiera ser, pegarle primero al segundo,- es decir, a Ricardo Anaya de la coalición PAN-PRD-PMC para evitar que crezca, se consolide y se le empareje.

 

Ricardo Anaya no canta tampoco mal las rancheras. Está más preocupado en pegarle al tercero en lugar de desplegar una estrategia que busque debilitar al primero. Su discurso es fresco, llamativo y pegador, nadie lo duda, el problema para este chamaco es que los propios panistas lo describen como un vulgar dictador.

 

Y no solo eso, sino que ha dado muestras de total incongruencia al haber impulsado y aprobado las Reformas de Peña Nieto, y ahora, ya en campaña como precandidato, rajarse como los meros machos para descalificar y cuestionar lo que el PAN-PRD Y MC aprobaron.

 

El joven precandidato de la coalición “Por México al Frente” no solo enfrenta una fuerte y dura crítica externa, sino que hacia el interior de su partido, se le señala como el principal responsable que provoco  la división y la ruptura en el PAN. Para Ricardo Anaya su peor pesadilla serán los propios panistas que engaño, ofendió y desplazó.

 

Ello explica que la corriente calderonista se le hubiese ido a la yugular, pero además con la posibilidad abierta y muy cercana para que la candidata Independiente Margarita Zavala decline a favor del candidato del PRI, José Antonio Meade, no falta mucho, es cuestión de tiempo.

 

Por su parte, José Antonio Meade, a quien los encuestadores favoritos de los opositores al PRI, insisten en colocarlo en el tercer sitio en las mediciones, es indiscutible que remonta día a día, de grano en grano, poquito a poquito levanta y ahí la lleva, está en precampaña, no en campaña.

 

De los tres aspirantes, el candidato José Antonio Meade, de la coalición “Todos por México” es el que menos negativos tiene, la intención del voto a su favor crece, y, a pesar de la perversa filtración de que pudiera ser sustituido, nada hay de sustento y tampoco nada indica que puede surgir otro relevo, ¡eso quisieran! pero no va a suceder.

 

Tal vez a Meade, le está haciendo falta cuajar un poco más su estrategia. Se ve como un error el que responda, apunte y direccione sus críticas a López Obrador, cuando lo prioritario y estratégico es que su primer objetivo político debe ser debilitar y vencer al segundo, es decir, pasar a Ricardo Anaya al tercer lugar, y entonces sí,  colocado en el segundo lugar de las encuestas, romperse la madre con López Obrador para remontarlo y superarlo; escenario que no se ve muy lejano, es más, no tarda en suceder, es cuestión de semanas.

 

Por pronto los mexicanos seguiremos presenciado una guerra encuestas, dimes y diretes: “Que si Meade será reemplazado”, “que si López Obrador ya pactó con los Rusos o con Maduro,” “Que si Anaya es un Gandalla” “y que si Anaya es un buen prospecto para ser guía turístico por aquello del inglés y el francés”. Lo cierto es que esto apenas comienza; de modo que, Dios los agarre confesados.

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