Xavier Nava muestra problemas serios de personalidad

El desafortunado y patético comportamiento de algunos de los funcionarios del gobierno municipal encabezado por Francisco Xavier Nava Palacios, en ese delirio de buscar venganza y culpar a otros de sus deficiencias, no solo es una práctica común y un mal hábito, sino que tiene un origen político y una explicación científica.

En el aspecto político, el Alcalde Xavier Nava, no puede negar ni ocultar que su aparición en el escenario local se debe a la apertura que le brindó el Gallardismo que le puso en bandeja de plata la opción de contender como candidato a diputado federal. “A este muchacho sólo se le conocía por sus excesos y desplantes”.

Sin embargo, muy pronto el auto nombrado heredero del doctor Salvador Nava, se prestó y se dejó seducir, escucho el canto de las sirenas, sintió tener luz propia, pronto pactó y se integró a otros grupos para finalmente traicionar a quien le dio la oportunidad de presentarse en sociedad, de llegar a la Cámara de Diputados y de contender por la Alcaldía de la capital.

Interesados por descubrir la verdadera personalidad del presidente municipal Francisco Xavier Nava Palacios, un grupo de especialistas, psicólogos y psiquiatras, concluyen y han revelado que el presidente municipal capitalino tiene graves y serios problemas con un comportamiento que es característico de personas con trastornos y desequilibrio mental.

Sin profundizar mucho, y basados en actitudes personales y declaraciones reflejadas en medios de comunicación, exponen que Xavier Nava, muestra y exhibe rasgos de alguien que padece un trastorno denominado “Paranoide”, un comportamiento cuya tendencia endémica es hacerse pasar como mártir, es decir; “la de un individuo propenso a considerarse víctima de todo o hacerse pasar como tal”.

En el campo de la psiquiatría, este desorden mental que le atribuyen al Alcalde capitalino, es un rasgo común en el trastorno “paranoide” de la personalidad. “La sintomatología consiste en una tendencia generalizada e injustificada a interpretar acciones de los demás como agresivas o amenazantes.”

Y sí, solo es cuestión de observar sus reacciones cuando las preguntas de la prensa le resultan incómodas. El presidente municipal es de las personas que muestran desconfianza, son celosas, reacciona a menudo en forma agresiva y de una manera disimulada.

Se calcula que entre 0.5 y 2.5 % de la población sufre de este problema mental, sin embargo, son personas que raramente buscan ayuda profesional y prefieren encerarse en su mundo “paranoide”.

El papel que Xavier Nava ha asumido en estos cuatro meses de gobierno es el de víctima. “Se asume culpando de todo y a todos de las cosas negativas que suceden con el propósito de obtener atención y disfrutar de la lástima de los demás.” En forma subrepticia y a veces abierta, transmiten mensajes claros en el sentido de que son personas que van de mártires por la vida.

En general, cuando las personas o los gobernantes enfrentan dificultades, buscan soluciones, sin embargo, aquellas con victimismo no lo hacen. Su talento consiste en ocultar su incapacidad y en encontrar excusas. Su comportamiento va dirigido a negar sus defectos y buscan culpar a otros de sus deficiencias, por ello buscan venganza.

Y es que todos los días, en algunos medios específicos, Xavier Nava logra que se reproduzcan estos mecanismos, culpando de todo al de atrás, adoptando un papel de víctima, declarando o mostrando lo injusto de la situación. Al menos así se la ha pasado durante los primeros cuatro meses de su gobierno, contagiando gravemente a sus subordinados y contaminando el ambiente político.

Xavier Nava se esmera en mostrarse maltratado, pero como no todo el mundo entra o cae en su juego, es de los que con facilidad le invade el resentimiento para luego pasar a conductas y actitudes de rabia y al deseo de venganza. No dice directamente lo que desea, prefiere quejarse y en vez de luchar por cambiar las cosas desde el gobierno busca llamar la atención mediante quejas y lamentos.

El Alcalde es de los que exageran y deforman situaciones. Ante su fracaso se justifica y se ha dedicado a repartir culpas a otros o a las circunstancias. Se hace la víctima para que se le reconozcan sus méritos. Los “paranoides” son prevenidos, pervertidos y de mala fe. Sienten placer al mostrarse como víctimas y hacen del sufrimiento una forma de vida.

La actitud de estas personas es pasiva e inconscientemente manipuladora, se valen del chantaje emocional y suelen hallarse inmersos en una eterna espera para que la sociedad les reconozca su inmenso dolor y la injusticia que se ha cometido con ellos. En esta categoría,- concluyen y puntualizan, encajan perfectamente el presidente municipal Xavier Nava Palacios y algunos de sus principales colaboradores.