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San Luis Potosí

¡Ni crea¡…. no solo se rascan los huevos, también se dedican a extorsionar

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jueves, marzo 28, 2024

Muchas veces no le concedemos importancia, pero cuando los mortales ciudadanos transitamos por las carreteras de nuestro estado o entidades circunvecinas, generalmente observamos “puestos de control”, “casas-remolque” “casetas de inspección” con el nombre y el logotipo de alguna dependencia federal.

Regularmente a quienes observamos en esos lugares son a burócratas obesos con uniformes de la SCT, de SAGARPA, del INM, de la CONAFRUT o de la CONAFOR, tirados en algún mueble, en la sombra, rascándose los huevos y en el mejor de los casos la panza. Muchas veces decimos: “Yo no sé qué hacen toda esa bola de guevones o para que chingaos sirven si todo el día están atrapando moscas o haciéndose pendejos”.

Los hay, desde aquellos servidores públicos de medio pelo que disque controlan “la mosca pinta”, el sancudo picudo”, “la chinche amarilla”, “la pulga bailadora”, “el piojo desdentado” “el chirriscuis desalmado”, “el pulgón jodón” “la garrapata amarilla”, esto aparte de las 7 plagas que comúnmente afectan al ganado o a la fruta; o bien, a los productores del campo, a conductores o migrantes, y cuanta pendejada se les ocurre hacer para desquitar el sueldo de burócratas.

Aparentemente estos puestos de control están inactivos. Pero ojo, no es así, “mucho ojo”, porque hay dependencias que tienen sus temporadas y entran en acción para imponer sus reglamentos, o según ellos, para “aplicar la ley”. Estas dependencias suelen auxiliarse de la fuerza pública y generalmente piden el apoyo de

corporaciones federales o estatales para “cumplir con las encomiendas de sus jefes”.

Desde hace algunos días,- por ejemplo, se encuentra instalado un retén de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes SCT, dependencia federal a cargo de Cesar Coronado García, Director General del Centro SCT en el estado, justamente a la altura de Estación Ventura, a tan solo 40 kilómetros de la capital potosina.

Ahí, los mastines de este funcionario federal, con oficios de comisión en mano, se convirtieron en verdaderos facinerosos; atracadores en despoblado detener con el apoyo de la Policía Federal Preventiva PFP a conductores que llevan doble remolque en los que trasladan sus productos del campo, alfalfa, chivas, vacas, borregos o sus mercancías.

“El tiro es por viaje” y la cuota de los Inspectores de la SCT varía, ya que va desde los mil, los dos mil hasta los 4 y 5 mil pesos. Si los presuntos infractores de alguna disposición que restringe circular en carreteras federales no se mochan con el Inspector a cargo del operativo, simplemente se les detiene su vehículo y se les levanta una infracción que luego tendrán que pagar por montos que varían desde los 15 a los 25 mil pesos.

Denuncias las hay, al grado que el tema tenderá a politizarse si es que alguna autoridad federal o estatal no interviene, pues los afectados ya dijeron que acudirán con el presidente electo Andrés Manuel López Obrador o con sus representantes en el estado para ponerlos al tanto de la tropelías cometidas por estos angelitos que seguramente ya se frotan las manos en caso de concretarse la llegada a la entidad de la SCT.

Ante esto, aun cuando es una dependencia federal la que está atracando a los potosinos, el gobierno del estado no puede

desentenderse o hacer oídos sordos, simplemente porque estos Inspectores están actuando dentro un estado libre y soberano que se supone tiene un gobernador que en teoría debería impedir la inmoral actuación y la impunidad de esos extorsionadores y falsos servidores públicos.

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