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miércoles, abril 24, 2024

-PLANEANDO LA FUGA-

 

 

En el saucito, a partir del centro de la puerta del cementerio, puerta de dos hojas en donde convergen cosas que no se ven. De este punto importante y determinante, -hacia donde inició el  derrumbe de la barda del panteón, hará cosa de 2 años-, que por cierto para la mayoría de los potosinos paso inadvertido. La distancia entre estos dos puntos es de  20 metros. ¡Entérense!

La  gruesa barda de adobe se desplomo un total de 16 metros. ¡Entérense!

Importante es señalar que son 36 metros  desde el último adobe caído, al sitio en donde es visible la  falla geológica que viene manifestándose desde más allá del  saucito y que pasa por los fraccionamientos;  Industrial Aviación, aeropuerto. Y continúa solo ella sabe hasta dónde…falla que por cierto, prontito nos dará un buen susto…la barda se restauró y con ello se acrecentó el espacio de la vendimia para sustento de mas familias potosinas. Además se dio visible mantenimiento a toda la barda panteonera, así trabaja míster Gallardo. ¡Se animare a reelegirse y lueguito a ser gobernador!

Fue en una madrugada de tantas que no es necesario Precisar, cuando esta parte de la barda del cementerio -barda en categoría de dique de contención y retención- cayó porque tenía que caer… Había que abrir un boquete de huida antes de que iniciara el invierno… los muertos no se pueden salir por las puertas aun y que estén abiertas. No, como tampoco pueden traspasar o brincar los muros. No, eso no lo pueden hacer. Es ley antigua siempre respetada.

Generalmente son los recientemente desencarnados los que  pretenden huir de ése, para ellos encierro. Claro que, en cuanto pasa el tiempo se acostumbran y adaptan, pudiéndose ver que muchos de ellos hasta se la pasan bien…pero, en este caso. Muertos Nuevos y algunos difuntos antiguos lograron aliarse para fugarse…  contando con todo el tiempo del mundo se aplicaron  a planear el escape del cementerio. Escaparse de ese status, en el sentido estricto del término es terriblemente difícil,  otra cosa es salir por ahí a dar la vuelta y regresar. Pero esto era diferente, los confabulados pretendían el escape.

Así pasaban su tiempo; pipas, vagones, carretadas y almacenes de tiempo  con solo pensamientos de fuga. Sentimientos de huida anidaban en el  vacio de sus cráneos. Y mientras que planeaban, Para atemperar los nervios, Unos, a falta de uñas se comían las falanges, otros, hueso con hueso rascándose la cabeza, y algunos,  camina que camina pegados a la  barda, caminando sin salirse de los limites que todos conocen… Pensando, cavilando, proyectando un plan de fuga. En eso estaban las 24 lóbregas horas, día con día, largos días que generalmente se transforman en semanas, meses y años.

Los difuntos antiguos, empoderados y más sabios, conocían  de los planes de fuga, huida y escape. Pero en verdad para ellos no era de mayor importancia, en función de que  esos proyectos siempre están presentes… -En cuanto llegas ahí, empiezas a pensar cómo salir-. De forma que los muertos-regentes no lo veían como algo preocupante.

Pero Alguien de afuera, externo, pero no ajeno a ese sub-mundo les echó la mano. Así las cosas, en tanto que una parte de la barda era derrumbada,  330 difuntos por ahí se escapaban…ante lo inesperado del hecho, los más viejos, esos que tienen mayordomía,  de pronto no supieron si debían detener la fuga o dejar que esta se diera…así las cosas se dio el derrumbe, Los que planeaban fugarse, despuesito de ser regresados confesaron que  aun no concretaban sus planes, todavía no  encontraban una vía de escape. Pero viendo la forma, se huyeron dado que ya bullía en  sus entresijos la idea de fugarse, los indiciados no la pensaron 2 veces y “Se pelaron”

330 huidos.  Ni uno más, ni uno menos…a los pocos momentos de la fuga, los encargados  mandaron por ellos…en sus platicas comentan que estaba poco difícil, harto fácil era agarrarlos. “El sendero de los huyones es muy parecido al de un zorrillo en fuga” decían. Sencillo de rastrear pues.

La mayoría de los huyones son encontrados en la casa, el hogar al que pertenecían. O bien, en el domicilio o sitio en donde se veían con quien fue “el otro” o “la otra”,  los restantes son encontrados en las rutas de los santuarios en donde vivos prometieron ir y no cumplieron, algunos queriendo prender veladoras pero la lumbre no les obedece. Así las cosas, los encargados de encontrarlos y traerlos preferentemente les buscan en esos sitios.

 

Algo importante  que no se puede dejar de mencionar  se da en estos caso de fugas masivas, -al igual que en  las individuales-.  Y es el hecho de que. “Más de las tres cuartas partes de los fugados, en cualquier circunstancia, más temprano que tarde, son llevados y presentados ante quien corresponde, ¡por los mismos seres encarnados vivos! A  quienes los muertos buscaron, pues para eso escaparon del panteón”. ¡Chula cosa! ¡se escapan y el objeto de tal escape es el mismo que les conduce de regreso! Seguramente no lo hacen por mala fe. No, lo que pasa es que el difunto les habla. Sí, pero los vivos no conocen el idioma de los muertos…les dice sobre de cosas que se llevo en el alma y lo tienen dando vueltas en el cajón sin poder cerrar las cuencas de sus ojos. Pero no lo escuchan y solo les causa temor.

 

“Los vivos” a través de sahumerios, plegarias, aplicación de agua bendita, rezos  y a veces hasta echando hartas maldiciones, desalojan a los muertos fugados obligándolos a regresar –por lo pronto-  al sitio en donde deben estar…ocurrirá que muchos de ellos,   -la mayoría pues-, ocupara su tiempo en planear o esperar la posibilidad de otra fuga…siempre, por siempre ha sido así, y así continuara siendo. Sí señor.

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