“No debe saberse que Gobernación existe, solo sentirse”
Jesús Reyes Heroles
El presidente Andrés Manuel López Obrador ya ordeno abrir “La Caja de Pandora”. Finalmente, les cumple el deseo, no a los habitantes de un pueblo atormentado por su pasado, sino a esos grupos de interés y de presión mediática inmersos en una sociedad que si bien es más exigente en transparentar la memoria histórica de México, poco le podría importar lo que haya sucedido antes o después de 1985”.
Los archivos de la extinta Dirección Federal de Seguridad DFS; de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales DGIPS y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional CISEN, estarán a partir de esta semana disponibles para saciar el morbo y las ansias de intereses obstinados en enrarecer más de lo que ya está el clima político y social en este país. Obvio que no todo obra en expediente y si llegó a existir, simplemente desapareció.
A ver si también ponen a disposición de los medios los archivos de la ex PGR, del Servicio Secreto o los expedientes de Inteligencia Naval y Militar, ¡total!, ya entrados en gasto. Quien no recuerda que Frentes Políticos de Excélsior y la información privilegiada de Manuel Buendía provenía del Bucareli News.
Ya lo dijo el presidente, “no habrá persecuciones”, “el Estado no puede asumir una función investigadora de las cosas buenas o malas del pasado” sino que la idea pues, sentido, propósito y fin último, es que los historiadores, investigadores y “los medios de comunicación” interesados en determinados hechos, personajes y circunstancias políticas de otros tiempos, tengan acceso a la información que según AMLO, pueblo y organizaciones de la sociedad civil pidieron se transparentara.
Si con la apertura de los archivos se violan o no los derechos humanos, si se transgrede o no la ley, o si con ello se rompe con la sentencia aquella de que existían temas clasificados como “Secretos de Estado”, eso será harina de otro costal; por lo pronto los expedientes ahí están, disponibles y listos para hurgarlos, para hartarse y darle vuelo a la imaginación y a las interpretaciones que mejor convengan a ciertos intereses; bien para esos torvos sujetos retorcidos o para la perversidad de algunos individuos o grupos del poder mediático que se asumen como la conciencia crítica de los ciudadanos de a pie.
En el contexto de los estados, si algún periodista, investigador, columnista o historiador, decidiera trasladarse a la Ciudad de México para conocer de los expedientes que la DFS, la DGIPS o el CISEN procesaron y acumularon en alguna o en varias épocas, seguro que igual encontrarán cosas inéditas, aunque la verdad sea dicha,- de 1985 a la fecha, poco descubrirán porque el CISEN que nació de la fusión o desaparición de esas Direcciones, se dedicó a colear a reporteros, a cubrir ruedas de prensa y a extraer notas periodísticas para sus análisis.
De la información de San Luis Potosí,- por ejemplo, encontrarán seguramente datos de la obsesión persecutoria que tenía Guillermo Fonseca Álvarez contra líderes estudiantiles a principios de la década de los 70; del encarcelamiento de Said López de Olmos, de los asesinatos a campesinos, del agente de gobernación, Zeferino Leyva, y del crimen pasional del ex Alcalde Juan Antonio Ledesma.
Si le buscan, podrán encontrar las más profundas y verdaderas razones de la dimisión de Florencio Salazar Martínez en 1986, de las barbaridades y excesos cometidos por el Jonguitudismo y por el Grupo Universidad; de las oscuras alianzas y fuentes de financiamiento a movimientos cívicos de la época; de las pifias de Leopoldino Ortiz Santos en sus cuatro años de replay gubernamental.
Obviamente encontrarán muchas líneas sobre las causas reales que motivaron la caída de Fausto Zapata Loredo; del provisional y generoso Gonzalo Martínez Corbala con el surgimiento de nuevos ricos; del Interinato de Teófilo Torres Corzo, de las bondades de su bolsa derecha e izquierda y de los privilegios concedidos a los amigos; de la llegada de Horacio Sánchez Unzueta y su peculiar estilo de gobernar con el navismo, pero también del apapacho y la impunidad que tuvieron y del que gozaron líderes sociales huastecos como Primo Dothe, hoy Senador de la República por MORENA.
Obviamente que en esos informes, aparecen las horas vuelo de Fernando Silva Nieto y de su espíritu de galante conquistador; de la hueva y la hamaca que motivó un sexenio perdido, de las negociaciones y amarres bajo la mesa para ceder al PAN la gubernatura, y, claro, encontrarán registros de cómo, cuándo y con quien, los gobernadores, los senadores, los diputados federales, los locales y algunos presidentes municipales hicieron negocios y fortunas, por grandes o pequeñas que estas fueran o sigan siendo.
Encontrarán informes de cómo se operaron los recursos en la SEDESOL y la SEDESORE para el presunto combate a la pobreza, de temas como las estufas ecológicas y los desayunos escolares; de las atrocidades cometidas por la esposa y familiares del ex gobernador Fernando Toranzo Fernández y de su traición a Marcelo de los Santos Fraga, incluso, del presunto ocultamiento del padre pederasta Eduardo Córdova, por allá en un ranchito de Guanajuato.
De San Luis Potosí, encontraran seguramente aspectos divertidos y tal vez inverosímiles, porque entonces la información procesada no solo se circunscribía a investigar a líderes de izquierda o de derecha, a movimientos sociales o a presuntos grupos armados, a partidos políticos, a centrales obreras, campesinas y populares, o bien, a líderes eclesiásticos, a empresarios, constructores, desarrolladores y a políticos notables que en su tiempo fueron verdaderos “chivos en cristalería”. También a los de casa se investigaba.
Estos últimos, políticos y empresarios hicieron en aquellos tiempos de la capital potosina un lugar atractivo para el contrabando de fayuca, o como otros, que en sus primeras incursiones comenzaron a hacer fortuna cuando se agenciaban las bicicletas robadas que recuperaba la policía, no para regresarlas a sus dueños, sino para enlistarlas en los activos de sus empresas privadas de seguridad.
Entre cerros y miles de informes, algunos podrán satisfacer su morbo sobre aquellos políticos de afiliación priista, panista o frenteciviquista que estaban coludidos en todo; padres e hijos, políticos o empresarios generacionalmente prósperos que estuvieron metidos en el negocio de las jugadas clandestinas del póker y del bacará o del rentable negocio de los palenques.
Encontrarán además las truculencias de los diputados locales que cedieron al soborno y al moche para la aprobación de iniciativas del gobernante en turno. De sus transas, trafiques y amarres para lograr la privatización de servicios públicos como el de la recolección de basura y el alumbrado público durante las administraciones priistas y panistas, principalmente.
Obvio que parte de la información apetecible, será aquella relacionada con su vida privada, sus vicios, sus debilidades y preferencias sexuales, sus negocios chuecos, sus correderos, sus amantes o sus aventuras extramaritales, sus propiedades, sus distracciones y aficiones favoritas, claro, también sus virtudes.
Desde luego que quien busque esa información no batallará, porque a muchos de ellos,- algunos ya en la fosa,- a sus hijos, a sus nietos, hermanos, esposas o segundos frentes, hoy los vemos en las revistas y en las principales páginas de sociales, ostentándose siempre con esa doble moral de potosinos bien nacidos, aunque su pasado los condene. Los nombres…salen sobrando, algunos por ahí andan y siguen metidos en todo. Hasta pronto.